Es curioso hace un año que mi vida es una guerra, una auténtica guerra.

Mi enemigo habita dentro de mí…

Un dolor, un dolor tan intenso que me amarga. Confieso que esto es lo que más me aterra la amargura que le acompaña y que nubla mi mente, borra mi sonrisa, mis ganas de salir con los amigos de acurrucarme en los brazos de él… Es curioso, llega y arrasa con todo, y justo cuando creo que mi «alma» ha quedado «estéril» y que de ella ya no pueda nacer nada bueno. Surge «el recuerdo» y me rescata… «UN RECUERDO» cuya intensidad eclipsa el dolor que oscurece mi alma y como una vela alumbra tenuemente mi rostro con la sonrisa perdida…

Recuerdo que el dolor, es tan sólo un síntoma de que sigo viva!!!!!!!!!!

Un síntoma que me desespera pero que a veces remite dándome la tregua que necesito…

Me seco las lágrimas.

Sí, el dolor parece haberme ganado… Las apariencias engañan… La tenue sonrisa se agranda al recordar que no estoy sola ….

Suena el móvil, es mi hermano pequeño… Descuelgo se oye la risa de Carmen, mi otra hermana….. Sí, dos grandes motivos para no darme por vencida.

Para recordar, que éste síntoma es sólo eso, y que a pesar de su insistencia, por amargarme o entristecerme tengo otros mil motivos para sentir una alegría tan inmensa que no se puede explicar.

Mis hermanos, son sólo mis dos primeros motivos pero hay muchos más…

PD. Hoy os descubro mis temores, quiero que con éste blog os sintáis entre amigos.

Los recuerdos, a veces nos rescatan especialmente el recuerdo de que no estamos solos. Quizás al otro lado de la pantalla algún lector se sienta como yo o tenga temores similares a los míos.

A todos los que os sintáis así y a los que no sabed que éste blog y la esperanza de ayudar a alguien, de una o otra forma son otros dos de mis motivos para luchar.

A todos los que leáis esto GRACIAS por ayudarme a continuar LUCHANDO…

Mientras haya un sólo motivo para sonreír, merece la pena luchar.

La mayor victoria, es no rendirse.