Para algún despistado, solamente quería informar que se están celebrando en Pekin los juegos Paralímpicos.
Como cada cuatro años, lamentablemente vuelve a ocurrir que las reseñas en los medios de comunicación son escasas o nulas.
Mi cerebro «normal» en mi cuerpo «normal», no es capaz de entender la poca repercusión de un evento de tal calibre donde todos y cada uno de los atletas son ejemplos a seguir. Casos perfectos de superación física y mental. Seres humanos capaces de alcanzar cotas de esfuerzo que a mi, personalmente, me dan vertigo y obligan a reflexionar en si al menos sería capaz de plantearme conseguir ni una decima parte de sus logros.
Y en medio de mi indignación creo comprender la falta de eco en los mass media. En un mundo donde prima la competitividad y se ensalza al ganador de una presea de oro, entiendo que los Juegos Paralímpicos no tengan valor.
Allí, solamente participar ya merece una medalla. Y de algo más precioso de cualquier metal.
Una medalla de coraje, entrega y vida.
¡Ole!
Saludos