Hoy tenía cita con Sergio mi fisioterapeuta con él y con sus agujas mis mejores aliadas en la batalla contra el dolor…

En el coche de camino a esa cita ineludible y en compañía de un buen amigo «contrastando opiniones» entre risas y discusiones, ha sonado mi móvil, al otro lado la voz de una madre no era la primera que hablaba con ella, si es la primera vez que la oía llorar …

Su hija, tiene 14 años y una parálisis cerebral ha empezado a sufrir unos dolores muy fuertes si ha esto le sumamos la difícil etapa de la adolescencia la combinación puede ser casi letal…

Angustiada me relata la impotencia que siente al no poder aliviar el sufrimiento que padece la niña al no poder hacer desaparecer la dispacidad de su hija …

Yo le he dicho que la discapacidad no desaparece se asimila.

_¿Cómo lo hago?

Me he quedado sin respuesta la he confesado que ayer tuve que llamar a Sergio, con miedo y con dolor…

Miedo, por no poder asimilar ese dolor, que me invade desde hace un año, pero sobre todo miedo a la incertidumbre al no saber si mañana o dentro de 10 años el dolor sea tan grande que me haga tirar la toalla, que me amargue o me transforme que me haga olvidar todo lo bueno que hay en mi vida. Miedo a perder los progresos que he conseguido a corte de bisturí y sesiones de fisioterapia.

Para ser sinceros, creo que he «asimilado» bastante bien mi discapacidad es lo que hay y es lo que habrá  no hay más vuelta de hoja . Pero a veces cuando las angustias me sobresaltan y me descubro «vencida» por mis temores me pregunto «¿Realmente lo tengo asimilado?

No sé si algo así se asimila creo que  no encuentro la palabra que defina ese proceso… «ACEPTAR»,»SOBRELLLEVAR» ponerle el nombre que queráis lo que quiero decir es que he logrado que la discapacidad «duela» menos… Si, puedo sufrir dolor fisco pero ya no es el mismo tipo de dolor…

_A la edad de tu hija_ le cuento me pasaba días enteros llorando por no poder ponerme minifaldas como el resto de mis amigas, por tener que hacer fisioterapia, por estar llena de cicatrices_….

Mi amigo, que iba conduciendo me mira fugazmente él me conoce desde los tres añitos y me ha secado muchas lágrimas…

_Ahora todo esto me parecen tonterías_ _Carmen, no sé ¿CÓMO SE HACE? Pero se consigue tu no puedes hacer más que potenciar sus capacidades, estar a su lado y recordar que no sois los únicos, qué no estáis solos_…

Supongo que «asimilas» la discapacidad igual que un organismo tolera  los medicamentos…

No tengo respuestas… Simplemente puedo decir que no nos queda otra que aprender a «CONVIVIR» con nuestra discapacidad y con las limitaciones que ésta conlleva.

No debemos olvidar que hasta la discpacidad nos puede aportar cosas buenas. En mi caso, me ha servido de «filtro» para rodearme de personas que realmente merecen la pena. Ellos, me aceptan como soy y me ayudan a aceptarme a mi misma.