Esta es una de las historias que se presentaron en el concurso literario celebrado en EE.UU. Hemphill

Su autor, Joe Hempill de 64 años de edad y paralítico cerebral hace hincapié  en su relato de la asistencia que los avances tecnológicos presta a los discapacitados. Una bonita historia para una realidad esperanzadora…

 
 

Jimmy que no podía hablar con claridad ni andar, estaba muy triste porqué no podía jugar con los otros niños de su vecindario. Jimmy pensaba que sería divertido ver a los otros chicos montar en sus motos mientras el estaba en la gasolinera. Los chicos podrían parar a llenar el deposito. Pero sus padres siempre le decían que no. «Ellos no te entenderán». Los padres temían que los otros chicos se burlaran de él.

JIMMYUn buen día los padres de Jimmy se enteraron de que existía una máquina en la que podían grabar mensajes, que luego su hijo podría reproducir pulsando un simple botón. Esta máquina le permitiría a Jimmy hablar con los demás!!!!

Así que así lo hicieron el primero de esos mensajes fue: «Hola mi nombre es Jimmy» El niño pulso un botón y la máquina repitió lo que el padre había grabado. Jimmy estaba emocionado!!!

Su padre grabó mensajes como «¿LLENO?» «¿Con tarjeta o en metálico? «Conduzca con cuidado» etc.

Al principio Jimmy no sabía a que botón dar. De modo, que tuvo que estudiar mucho, para facilitarle la tarea su madre, le dibujo unos iconos de referencia.  

El sábado por la tarde Jimmy iba a poner a prueba a su máquina parlante. No sabría como resultaría pero tenia que intentarlo deseaba tanto tener amigos!!

De repente un chico llamado Bob, paro su moto roja en la gasolinera

_»¿Cuánto cuesta este galón?»

Jimmy pulso un botón verde con un tres. _»Tres dólares»

_»Ey como mola esa máquina»

_»Gracias»

Mientras Jimmy estaba llenando el deposito de  la moto de  Bob. Otros 4 chicos estaban esperando para que hiciera lo mismo con las suyas.

Jimmy pulso un botón en el que había dibujado una mano. _»Enseguida estoy con vosotros».

Á partir de esa tarde Jimmy paso más tiempo en la gasolinera e hizo muchos amigos gracias a su máquina parlante.