Veréis hoy en lo que va de día ya me he tenido que tomar 4 calmantes.
Me miro al espejo en el baño; con varias cajas de pastillas, en el lavabo y me pregunto.
Cuando acabará esta dependencia??? Realmente acabará?? O será perpetua?
Hoy casi no me podía ni levantar sin embargo tenía varias llamadas que realizar, varios e-mails por enviar y varias noticias por compartir.
No quiero parar, no puedo parar, mis 22 años y mis ganas de luchar de conseguir cosas y de continuar no se pueden ver truncados por los dolores y mis aliados en esta batalla son mis médicos, (especialmente las manos de Sergio) y los calmantes esos malditos fármacos a los que me aterra acostumbrarme…
Ayer hablando con Raúl Dominguez, contribuyente de este blog y Vicepresidente de la Asociación, me decía que debía bajar el ritmo.
Raúl, es una pieza fundamental en este proyecto pero sobre todo es un gran amigo y sabe lo importante que es esto y el resto de cosas que me mantienen ocupada en mi vida
Lo que quizás ignora él y el resto de mis amigos es que el hecho de tener que bajar el ritmo o el de aceptar que tengo que hacerlo es una de mis más grandes incapacidades!!!!!!!!
Incapacidad que tendré que superar pero que por ahora no quiero hacerlo.
Mi mayor consuelo o motivación que dentro de todo lo malo estoy haciendo algo bueno y puedo tener la oportunidad de ayudar a mucha gente.
Egoístamente necesito estar ocupada para no caer ni en el victimismo ni en la rendición.
Pero sobre todo necesito pensar que mis vivencias pueden ayudar a alguien.
Lo que nadie sabe es que esta idea y vosotros «mis lectores» me estáis ayudando más de lo que nunca os imaginaréis.
Gracias!!!!!!!!