En una sociedad, c/vez más competitiva en el que todos queremos ser el no vas más, tener lo mejor, ser los más guapos…
No nos paramos a pensar en que es lo que hace falta para destacar: ¿la mejor formación?, ¿el coche que todos envidian?, ¿el chico o chica más deseado?, ¿el físico más espectacular?, por el que nos pasamos hs en el gimnasio,intentando esculpir nuestros cuerpos para alcanzar unos canones muchos de los cuales se valen del photosoft o el toque mágico de la cirugía estética (no la critico, yo me beneficie de ella para borrar unas cicatrices que me hacían sentir distinta).
Si, queremos destacar; dejar de ser normales y pasar a ser extraordinarios. Pero ¿CÚAL ES EL PASO QUE REALMENTE HAY QUE DAR PARA SER EXTRAORDANIO?
Yo creo que el «extra» de lo ordinario es poner el corazón en c/acto y es que cuando eso sucede puede que no seas un Einstein o una Claudia SCHIFFER, que tu coche sea una tartana que a duras penas arranca y que el chico con el que sales lo único que tenga en común con esos «chicos de infarto» sea el blanco de los ojos.
Puede, que tu formación lejos de ser IMPRESIONANTE sea PASABLE.
Cuando pones el corazón en lo que haces todo eso «son detalles sin importancia». Y es que cuando poner el corazón en cada se convierte en una constante, todos ellos se contagian de algo, se convierten en algo «extraordinario».
Y a ti te embriaga una felicidad inmensa ¿y acaso hay algo que destaque más que una persona feliz?
Lo realmente extraordinario es conseguir nuestra propia felicidad y para ello hay que poner el corazón en c/paso.
Como muy bien dijo no sé quien: «El secreto no es hacer siempre lo que se quiere. Sino en querer siempre lo que se hace» un pequeño cambio de palabras pero un gran cambio de significado.
En mí, no hay nada EXTRAordinario. Sin embargo, HOY ME SIENTO EXTRAORDINARIAMENTE FELIZ;)