Esta es la primera y única vez que mi entrada no va a tener relación alguna con la espasticidad discapacidad o con pensamientos relacionados con ella.
Hace casi tres meses que se murió mi abuela (mi lela), yo estaba en Estados Unidos y no me lo quisieron decir hasta qué pasará los exámenes… Me enteré hace muy poco.
La verdad es que cuando lo hice lloré pero supongo que no lo asimile. Estaba cabreada conmigo misma por no haberme despedido…
Hoy ha sido el primer día he tenido para mí, el primer día que me he sentado, que no hecho absolutamente nada de Convives que he estado con un amigo en las lagunas de Rivas y luego tirados en su sofá y hablando de ella es cuando me he dado cuenta que ya nunca volveré a verla, que no me volverá regañar por mi ritmo de vida, que nunca más me dirá que te quiero, que no podré besarla…
Sé que ahora estará mejor, estaba muy enferma y cansada. Pero la verdad necesitaba escribirle esto y creo que el mejor sitio para publicarlo es aquí una este blog al que tanto tiempo dedico y que tanto significa para mí
Junto a ti pasé los mejores veranos, recuerdo cuando tenía exámenes y tú me decías que ibas a rezar a Sta. Rita (patrona de los imposibles), recuerdo nuestras partidas de parchis, y cómo protegías a Álvaro cuando Inma le perseguía, cuando te enfadabas conmigo porque decías que estudiaba demasiado o salía demasiado, tus te quiero, tu manía de querer que engordará cuando era pequeña (la verdad estaba escuchimizada)….
Me inundan recuerdos imborrables y supongo que si no te he llorado antes (no todo lo que necesitaba) era por no poder aceptar que te habías marchado de mi lado y yo no te había dado un abrazo de despedida.
Yo ya no podré estar contigo pero sé que tú seguirás conmigo a la vera de Sta. Rita para que me haga posible todos los imposibles.
Adiós Lela TE QUIERO, EN REALIDAD TODOS TE QUEREMOS Y TE ECHAMOS DE MENOS.