(Madrid, 13 de noviembre de 2009).- La vicepresidenta del CERMI, Mª Luz Sanz, ha asegurado hoy durante su intervención en la Jornada “Más allá de la LISMI: hacia un nuevo modelo legal de inclusión laboral de personas con discapacidad”, que “la educación de las personas con discapacidad, es una inversión que bien hecha, se rentabiliza 100%”, ya que “es más rentable invertir en recursos educativos que compensar las carencias existentes en el mundo laboral”.
Sanz ha señalado que la normativa que respalda la educación inclusiva, “sólo se cumple con ciertas garantías en la enseñanza obligatoria, y no suele ser así en la FP, el Bachillerato o la educación universitaria, donde se siguen necesitando adaptaciones y ayudas”. Por esta razón, la vicepresidenta del CERMI ha considerado indispensable la aportación de “todo tipo de recursos, didácticos, tecnológicos y humanos”.
En este sentido, ha recordado que actualmente, sólo el 3,6% de las personas con discapacidad tiene estudios universitarios, frente al 12,7% del total de la población. Para mejorar estas cifras, Sanz ha considerado necesarias las adaptaciones de “procedimiento, tiempo y forma” en procesos selectivos y pruebas de ingreso, así como del “currículo, la formación y sensibilización del profesorado y la mejora de la accesibilidad de las instalaciones y los transportes”.
Mª Luz Sanz ha reconocido que se han producido importantes avances en materia de educación inclusiva, pero ha denunciado que aún así, las cifras siguen siendo insuficientes, “lo que se traduce en menos oportunidades laborales para las personas con discapacidad, y menos calidad en el empleo”.
En este sentido, Agustí Matías, de la Comisión RSE y discapacidad del CERMI ha señalado durante su intervención en esta jornada que en los últimos años ha habido un incremento de la inserción de las personas con discapacidad al mercado laboral, pero en general, hay sectores de baja productividad, debido, según Matías, “a la falta de accesibilidad, y al desfase formativo de este sector social”.
Asimismo, ha informado de que en materia de contratación, dos de cada tres empresas incumplen la normativa, por lo que en la actualidad, la tasa de paro de este sector social, “triplica la del total de la población”.
Sin embargo, Matías ha destacado la presencia de elementos favorables a la inserción laboral de personas con discapacidad, en los últimos 25 años, como es “la aparición del concepto de diversidad y empleo sostenible en las empresas”, o el reconocimiento de los propios elementos diferenciadores y positivos de estas personas, como “su afán de superación, la creación de un clima laboral distinto o las ventajas económicas”.
No obstante, la directora de Formación y Empleo de la Fundación ONCE, Josefa Torres, ha señalado que la situación de la mujer con discapacidad en el ámbito laboral “es peor que la de los hombres”. Así, ha dicho que aunque el número de mujeres con discapacidad es mayor que el de hombres, “es mayor el número de hombres con discapacidad insertados en el mercado laboral”.
Fuente Servimedia