“Siempre he pensado que me puedo enfrentar a cualquier reto con optimismo; soy un inconformista, con afán de superarme en todo momento, siempre quiero más; y nunca me doy por vencido, siempre he tenido un gran espíritu de lucha”. Así se expresó hoy el actor con Síndrome de Down, Pablo Pineda, durante la celebración en Madrid del III Congreso de Jóvenes: ‘Lo que de verdad importa’, organizado por la empresa social ADEMÁS Proyectos Solidarios.
Pineda es el primer europeo con Síndrome de Down que obtiene un título universitario y que, además, ha conseguido la Concha de Plata en el Festival de Cine de San Sebastián por si interpretación en ‘Yo, también’.
Ha conseguido la Concha de Plata en el Festival de Cine de San Sebastián por si interpretación en ‘Yo, también’. Se trata del primer europeo con Síndrome de Down que obtiene un título universitario.
Durante su intervención, Pablo Pineda ha destacado que el poder lo tienen los jóvenes. “Somos la piedra del futuro, por lo que tenemos que luchar contra las injusticias, unirnos, y conseguirlo”.
“Me gusta poder participar en este Congreso porque me gustan los jóvenes con valores y poder compartir mis experiencias con ellos”, ya que “creo que nosotros tenemos la oportunidad de hacer que este mundo sea mucho mejor, y para eso nos tenemos que esforzar por conseguirlo”, ha continuado.
Pineda defiende la normalidad y lucha para que todas las personas con discapacidad intelectual se integren en la sociedad. Así, habla de la superación en este campo y asegura que “nadie debe conformarse con saber, sino que debe siempre querer saber más”.
Sus padres le criaron como a un hijo más, no como a una persona con discapacidad. Según Pineda, “así se comienza la lucha, con esfuerzo y superación”, ya que “las personas con discapacidad estamos ahí aunque no se nos vea lo suficiente y debemos recordar que la diversidad es buena y la homogeneidad aburre”.
En este sentido, ha asegurado que “está demostrado que las personas con discapacidad somos competentes, pero es necesario que estas personas sepan que pueden hacer lo que se propongan y la familia debe dar su apoyo”.
No me gusta el término discapacitado porque “todos tenemos alguna discapacidad, algún sueño u objetivo inalcanzable”. Sin embargo, para Pineda las palabras tan sólo son palabras y lo realmente importante no es el lenguaje que se utilice, sino la actitud en el trato hacia estas personas. Hay que cambiar la mentalidad, asegura, “ahora sobran las palabras y falta actitud”.
En este sentido, ha explicado que el mayor obstáculo al que debe enfrentarse una persona con Síndrome de Down es la incomprensión de la sociedad que “no entiende nuestro lenguaje, deseos, necesidades y preocupaciones”. En su opinión, “no se suele pensar que las personas con discapacidad tenemos el mismo interior y la incomprensión nos lleva a la soledad”.
Sobre su futuro, Pineda ha asegurado que le gustaría ejercer de profesor, “mi futuro no está en el cine”, asevera, “la fama es algo volátil y no quiero vivir del éxito sino ser útil y trabajar como cualquiera y luchar por lo que creo”.
“Mi labor culminará cuando el Síndrome de Down no sea noticia porque se haya normalizado y tengan los mismos derechos”, ha concluido.
Fuente Servimedia