He estado retirada sin escribir, sin hablar, sin admitir, sin darme cuenta o mejor dicho sin querer darme cuenta de…

De que atrás deje muchas cosas, descuide a varias personas, anhele el cariño de otras sin caer en la cuenta de que el cariño que se anhela y no se recibe no hace más que dañar…

De que la vida te lleva por caminos que jamás pensaste pisar.

De que la lucha contante por conseguir lo que no tienes te impide valorar tus posesiones más preciadas.

De que las grandes cosas de la vida no son más que un agregado de pequeños detalles.

De que las pruebas más duras son las que nos hace fuertes.

De que la amistad o el amor más incondicional se puede romper en sólo un instante.

De que nadie es libre de pecado y de que yo debo dejar de pulgar pecados no cometidos,

Dejar de sentirme culpable por cosas inevitables.

De que cada momento tiene su cosa y cada cosa tiene un momento.

De que lo que hoy te parece importante mañana puede ser la última de tus prioridades.

De que la vida es una caja de sorpresas; buenas, mejores, malas y peores.

De que la inteligencia no es más que la capacidad de adaptarse.

Hoy he decidido cambiar el chip y empezar a adaptarme.

Dejar de anhelar cariños no recibidos.

Dejar de dar cariño a quien no se lo merece.

No purgar los pecados que no son míos

No descuidar a quien realmente me cuida.

Poner en orden mis prioridades.

Darme la oportunidad de valorarme.

P.D A quien ésta semana me ha hecho volver a valorarme …

Hoy he recibido un email que me ha traido a la memoria esto que escribí hace más de un año.