“Aproximadamente, un tercio de jóvenes con discapacidad reconocen haberse sentido discriminados por motivos de discapacidad y los ámbitos donde se percibe mayor discriminación son las relaciones sociales, las actividades formativas, el empleo y la participación social”, según el presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), Luis Cayo Pérez Bueno.
Estas declaraciones se enmarcan en su comparecencia ante la Comisión Especial del Senado de Estudio para la Elaboración de un Libro Blanco para la Juventud en España 2020, con el objetivo de realizar una cartografía de los jóvenes con discapacidad en España y de plantear una serie de propuestas y recomendaciones que el CERMI desearía ver recogidas en el Libro Blanco que está confeccionando el Senado, como acciones políticas para 2020.
Así, el presidente del CERMI ha expuesto ante los senadores de diferentes grupos parlamentarios los datos recientes de la Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia (EDAD 2008), que reflejan la situación de la discapacidad en España. “Las personas con discapacidad en España es el sector de la ciudadanía con menores índices de inclusión social y de acceso regular y normalizado a derechos, bienes y servicios”, ha afirmado.
En cuanto a la juventud con discapacidad, Pérez Bueno ha destacado que “en España viven 163.650 personas con discapacidad en edad entre 15 y 30 años, y el número de varones con discapacidad es superior, aproximadamente en una razón de tres varones por cada dos mujeres”.
En este sentido, ha resaltado el estancamiento de la inclusión escolar de las personas con discapacidad en España, sobre todo, en la etapa secundaria; la “gran brecha” existente en el nivel educativo entre jóvenes con discapacidad y la población sin discapacidad de la misma edad; la tasa de paro o el estado de salud de este colectivo
En relación al empleo, haciendo referencia a los datos de 2008, Pérez Bueno ha destacado que “mientras que el 56,8% de los jóvenes trabajan, sólo un 28,9% de los que tienen discapacidad lo hacen”. Asimismo, ha indicado una tasa de paro que “es casi el doble para las personas con discapacidad” y cómo el acceso al empleo es sensiblemente inferior para las mujeres.
También ha recordado que, según esta encuesta, en 2008, “casi 68.000 jóvenes con discapacidad tienen un contrato laboral” y que “apenas el 20% de la población con discapacidad se ha beneficiado de las medidas de promoción de empleo para personas con discapacidad”.
Propuestas y recomendaciones
Por todo esto, en el ámbito educativo, el CERMI propone garantizar y mejorar las medidas adoptadas en la educación inclusiva; mejorar la oferta educativa y formativa una vez acabada la etapa formal de la enseñanza, con alternativas de formación para los jóvenes con discapacidad; extender el modelo de servicios de apoyo al estudiante de las universidades; favorecer la generalización de Buenas Prácticas sobre Educación Inclusiva; o instaurar programas de erradicación del analfabetismo, entre otras medidas.
Asimismo, el CERMI sugiere desarrollar programas de sensibilización y formación para el profesorado y demás personal docente; mejorar el aprovechamiento de los recursos y apoyos técnicos y humanos; o fomentar programas de sensibilización destinados a jóvenes.
Por otro lado, propone aplicar las medidas de acción positiva en materia de empleo; garantizar el cumplimiento de las medidas de promoción de empleo para personas con discapacidad; fomentar programas de sensibilización y concienciación para eliminar las resistencias de los empresarios a la hora de contratar a personas con discapacidad; aplicar e incrementar las iniciativas sanitarias; o favorecer campañas accesibles de prevención del consumo de drogas.
En cuanto a materia de accesibilidad, el CERMI ha planteado garantizarla tanto en establecimientos públicos y transportes públicos, como a establecimientos privados relacionados con todos los ámbitos del empleo y de la vida socio-comunitaria. También ha recomendado promover la accesibilidad a las propias viviendas de los jóvenes con discapacidad, así como garantizar la existencia de modelos alternativos de acceso a la vivienda.
Además, ha incidido también en promover la participación social de los jóvenes con discapacidad, así como las ayudas a entidades y organismos de atención social que desarrollen programas de apoyo; e incentivar a las ONGs de apoyo a los jóvenes con discapacidad; garantizar su acceso a las nuevas tecnologías.
Asimismo, ha resaltado la importancia y necesidad de un programa de atención a jóvenes con discapacidad que adquieren la discapacidad por hechos traumáticos, es decir, la discapacidad sobrevenida entre los 15 y 30 años; y por otro lado la necesidad de promover programas de ocio inclusivo, facilitar programas de educación sexual e incorporar la perspectiva de género en la atención y apoyo a jóvenes con discapacidad.
Por último, el presidente del CERMI ha pedido que se tenga en consideración la discapacidad como eje de acción transversal en las políticas de la juventud, y de la juventud en las políticas de inclusión de las personas con discapacidad.
Fuente Servimedia