• Participaban en una salida de la Asociación de Síndrome de Down de Alicante.

Según han explicado fuentes de la fiscalía, los hechos ocurrieron durante la noche del sábado 6 de noviembre y tres días después la Asociación Síndrome de Down de Alicante (que organizó la salida) remitió al ministerio público la denuncia, que ha servido al fiscal para pedir a la Policía que investigue lo ocurrido.

La fiscalía ha abierto diligencias de investigación al creer que se ha podido vulnerar el artículo 512 del Código Penal, que sanciona con entre 1 y 4 años de inhabilitación profesional a quien, ejerciendo su actividad laboral, deniegue a una persona una prestación a la que tenga derecho por razón de su minusvalía, entre otros muchos aspectos, como la raza, religión, sexo u orientación sexual.

Como en otras muchas ocasiones, los jóvenes, todos ellos entre los 20 y 30 años de edad, participaban entre las 20 horas y 1 de la madrugada en una actividad organizada por la Asociación, y cenaron juntos.

Posteriormente, decidieron tomarse una consumición en un local de ocio y eligieron el pub Basic, situado en la céntrica plaza de San Cristóbal, a donde llegaron sobre las 23.15 horas.

Sin embargo, al llegar el responsable del establecimiento les preguntó si se iban a quedar mucho, y al contestarle que tenían intención de estar un rato, el anterior indicó a los monitores que «no es por discriminar pero se tienen que ir».

Para evitar crear un problema mayor y que todo el grupo se enterara, los monitores decidieron marcharse e ir a otro pub, donde esta vez sí les atendieron hasta poco antes de la 1 de la madrugada cuando, como estaba previsto, los jóvenes fueron recogidos por sus familiares cerca del Mercado Central.

Indignación e incredulidad

El padre de uno de los trece jóvenes con síndrome de Down ha explicado que, afortunadamente, la mayoría del grupo «no se enteró mucho» de la situación y continuaron la salida en otro pub.

Ha proseguido que al conocer lo ocurrido sintió una «indignación tremenda» y también «incredulidad», ya que «nunca antes había habido el más mínimo problema en Alicante».

«Lo importante es que esto no vuelva a ocurrir», ha subrayado antes de asegurar que con su hijo «se puede ir a cualquier sitio».

Como ejemplo, ha relatado que a su hijo «le encanta ir a los museos a ver las últimas exposiciones» y que cuando acude a actos públicos o a conferencias «hace el máximo esfuerzo» por entender el contenido de lo que se dice, como cualquier otra persona.

Según la fiscalía, parece ser que el dueño ha dirigido a la Asociación una carta disculpándose y aclarando que tuvo «un mal momento» cuando echó a los jóvenes, lo cual no detiene la investigación en curso y, en todo caso, podría servir para atenuar la gravedad de los hechos que presuntamente se le atribuyen.

El fiscal confía en que en los próximos días pueda recibir información de la Policía sobre lo sucedido.

Fuente:EL MUNDO/ALICANTE