- El III Foro Social de la Universidad Regional se abrió ayer con la intervención de este polifacético artista .Juan Manuel Montilla ‘El Langui’ Músico, actor y escritor.
¿De dónde viene tu alias?
Lo heredé de un vecino de Pan Bendito, Matías, un amigo de mi padre, al que apodaban así por languido. El tío era una persona con discapacidad, pero era un ejemplo de superación. Para mi era un referente de pequeño, porque veía que en el grupo de los mayores había una persona que andaba como yo, pero que hacía deporte, hacía radio… tenía fuerza de voluntad, optimista y sentido del humor.
Viéndote hoy firmar libros a los universitarios de Albacete, ¿te habrías imaginado en esta situación?
No, cuando era jovencito sí que soñaba con firmar discos y dar conciertos, pero la realidad ha superado todos mis sueños.
’16 escalones’ ha sido tu primera aventura literaria y ya estás preparando un segundo libro, ¿no?
Saldrá el 16 de noviembre. He dado el salto a la novela y va todo en torno a la miga que se puede sacar de mi barrio, Pan Bendito, un barrio de Carabanchel de donde se puede sacar mucha miga, tanta que ha dado lugar a una serie de personajes y anécdotas que he querido compartir, aunque dándoles una vuelta de tuerca, con tintes novelescos. El libro cuenta las peripecias de un poeta perdido en diferentes ciudades y países del mundo, y va cargado de personajes, de humor, de ficción, de realidad, de Radio Taraská, de mi infancia…
¿Sigues viviendo en Pan Bendito?
Y a la misma hora… Me he tenido que comprar una casa fuera, porque en mi barrio estaban inaccesibles por la subida de precio, así que me he tenido que ir un poco más lejos, al campo, donde picó el pollo, para poderme comprar una casa.
Pero día sí, día también estoy en mi barrio, porque allí tengo la familia y los amigos, allí tengo mi radio y mi trabajo.
Las referencias a tu barrio y a tu ‘peñita’, son constantes.
La amistad es una de las cosas que nos llevaremos a la tumba.
¿Por qué has decidido regalar tu último disco, ‘La verdad más verdadera’, en internet?
Después de haber vendido 50.000 discos con ‘Cata Cheli’ (2003) y otros casi 50.000 con ‘Aguantando el tirón’ (2006), que son muchos discos para un grupo de hip hop, superan el Disco de Oro, decidimos poner una demanda a nuestras antiguas discográficas, Zona Bruta y Warner, por cláusulas abusivas e incumplimientos de contrato. Los músicos de este país estamos demasiado ahogados por culpa de las multinacionales y nadie pone de por medio, creo que los jueces de este país tienen una responsabilidad. Nosotros hemos asumido ese compromiso y por eso hemos colgado nuestro último disco gratis. Ahora estamos esperando ese juicio, esperemos que a principios de año haya fecha. No quiero decir que mis próximos discos los vaya a regalar, y no abogo por la piratería, pero sí alguien decide ofrecer su música gratis en internet pues está ahí para que la gente la disfrute.
¿Dónde encuentras inspiración?
En todo, en mi barrio, lo que veo de fuera, lo cotidiano, la familia, como está el país, como está el mundo, el humor… hasta los campos que estoy viendo ahora mismo a la vuelta de Albacete hacia Madrid me inspiran, el atardecer, los peajes… todo es una inspiración.
¿La política te interesa?
La política no es que no me interese, pero soy muy ignorante y cuando intento poner atención, me pierdo. Sé que el país está mal y cuando no lo está hay algunas cosas en las que estamos peor… tú que me podrías decir ante eso.
Da la impresión de que algunos de nuestros dirigentes andan metidos en una burbuja.
O no ven o se ansían de poder. Supongo que será muy difícil ser la cabeza de un partido político, ganar unas elecciones y presidir un país con tantos problemas. Pero si te metes a político sabiendo eso, tendrás que asumir las críticas y que la gente pida mejoras.
Hablas de «lo complicado» que lo tienen los jóvenes, muchos viven en la superabundancia material, sin embargo, caen en la apatía.
En esta sociedad vamos a lo loco, los jóvenes tenemos de todo y de nada a la vez, hemos perdido la ilusión por las cosas, la motivación. Tenemos la posibilidad de estudiar, y no lo hacemos, antes en la época de mis padres no había tantas posibilidades de estudio. Nos lo han dado todo tan fácil, y entonces nos hemos creado un caparazón y nada nos ilusiona, no sabemos nada más que quejarnos y eso es como el pollito que se queja y está ahí su madre para darle de comer. A eso nos hemos acostumbrado, a quejarnos y a que estén ahí nuestros padres, y cuándo no están qué, entonces nos refugiamos en la droga, en la consola, en el videojuego y en el ‘Sálvame Deluxe’. Hay que buscar la manera de incentivar a los jóvenes, de meterles una inyección de ilusión, para que busquen lo que más les motiva.
¿Aspiras a eso con tu música?
Para nada, la música me sirve para sentirme útil y sacar lo que llevo dentro. Si luego resulta que mi música o mi libro ayuda a gente a tirar para delante, pues bienvenido sea.
¿Tu discapacidad, te obliga a vivir con un afán de superación constante y con ese sentido del humor que demuestras?.
Igual que a ti. Cada uno tenemos nuestras limitaciones y a lo mejor a ti te cuesta un triunfo hacer una chorrada que a mi no me cuesta nada, y sin embargo, a mi subir un escalón me cuesta un esfuerzo que a ti no. Cada uno tiene que vivir con lo que tiene, hay gente que está peor que nosotros y solamente por eso tenemos un compromiso en la vida, tirar para delante, quejarnos menos y e intentar llevar a cabo lo que nos proponemos en la cabeza.
La discapacidad, ¿te ha cerrado muchas puertas?, ¿te ha abierto alguna?
Cerrado me ha cerrado muchas, desde el primer momento que no pude ir a la escuela a la que mi madre me quería llevar porque había demasiadas escaleras, partiendo de ahí, me ha cerrado muchas puertas, en trabajos, en oportunidades, en juegos… Y abrir, creo que ninguna, porque si mis trabajos en la música, en el cine, en la radio no tuvieran el nivel de profesionalidad no valdría de nada que tuviera mi discapacidad. Hay miles de discapacitados a quienes les gusta el cine, pero no tienen el nivel de interpretación que requiere el papel y no llegan a ser actores. Lo mismo con la música, si tu música no gusta y no cuaja en el público, da igual que tengas discapacidad. Yo, lo que sé es que me lo he currado mucho y me lo sigo currando.
Fuente:LA VERDAD/ALBACETE