La motivación es el conjunto de razones que nos mueven a querer hacer algo y no parar hasta conseguirlo. Pues bien, creo que todo el mundo debe tener una motivación en la vida. Cuando hablamos de las personas con discapacidad, a veces es complicado porque no siempre se nos permite desarrollar nuestras capacidades al máximo o descubrir nuestras pasiones.
Normalmente cuando la persona tiene una gran discapacidad física, lo que se suele pensar es: “con que estén bien atendidos vale”; pues no señores, eso para mí no es calidad de vida. Yo, como todo el mundo, necesito tener inquietudes, pasiones e incluso problemas que solucionar. Pues bien, el primer problema al que nos debemos enfrentar es el cambio de mentalidades. Cómo podemos hacer esto: lo podemos hacer por varias vías como las charlas de sensibilización, sobre todo en el mundo educativo, ya que los niños y jóvenes son el futuro, u otra de las formas de llegar a la gente actualmente son las redes sociales, blogs y páginas web, que nos permiten compartir opiniones con gente desde cualquier rincón del mundo. Poco a poco la sociedad irá cambiando.
Yo hablo de esta motivación porque es la mía, pero cada uno debe tener las suyas y esforzarse para conseguir sus sueños, aunque la sociedad debería, no sólo proporcionar los apoyos necesarios, sino, no negar a nadie una oportunidad sólo por el hecho de tener una discapacidad.
¿Quién nos motiva?: la familia es un gran apoyo, aunque también a veces puede ser una barrera debido a la sobreprotección, por lo cual, muchas veces debemos buscar apoyo en nuestros amigos o en otras personas con discapacidad.
Pero lo más importante es creer en uno mismo. Siendo conscientes de nuestras limitaciones, intentando ir siempre un poco por encima de ellas.
Rocío Molpeceres Olea.