La mayoría de las células de nuestro organismo, son capaces de dividirse y generar nuevas células. Así se pueden cicatrizar las heridas o reponer las células de la sangre que se pierden en una hemorragia. Sin embargo hay otro tipo de células que si se pierde durante la vida no se pueden recuperar. Es decir nacemos con un número determinado de ellas y se van perdiendo con el envejecimiento o con las agresiones del ambiente, traumatismos, etc..
A este último grupo de células pertenecen las neuronas (las células del sistema nervioso). La pregunta que se plantea es si al lesionarse el cerebro o la médula espinal, es posible recuperar la funcionalidad que se tenía antes de la lesión, al no poderse recuperar las neuronas que se han perdido,
Sin embargo, observamos que personas con una lesión cerebral producida por un ictus, un traumatismo, etc,; y tras un periodo de tratamiento rehabilitador, vuelven a recuperar muchas funciones que habían perdido tras la pérdida de neuronas inicial.
La función de las diferentes áreas del cerebro, más que del número de neuronas, va a depender de los contactos que estas hagan entre sí. Son las llamadas sinapsis. Estas conexiones o sinápsis cuando se pierden van a provocar la falta de función y por tanto, la discapacidad.
Por lo tanto la neuroplasticidad va a depender de la capacidad que el cerebro tenga en volver a restablecer las sinapsis entre las diferentes áreas del cerebro. Así unas determinadas áreas podrían realizar, parcialmente la función de otra área cerebral dañada.
La neuroplasticidad va a depender de varios factores: la edad, la estimulación sensorial después de la lesión, las alteraciones previas que el sujeto padezca antes de la lesión (hipertensión arterial, diabetes mellitus, etc.) y la cantidad de tejido cerebral destruido.
El cerebro de un niño recién nacido tiene mucha mayor plasticidad y capacidad de recuperación, que el cerebro de una persona mayor. Así si un niño tiene una lesión importante en uno de los hemisferios cerebrales, puede hacer que el otro hemisferio realice las funciones del lesionado, incluso cambiando de dominancia cerebral (si en el 90% de lo individuos el hemisferio dominante es el izquierdo para escribir con la derecha y para el habla, si hay una lesión en este hemisferio durante la niñez, se puede cambiar la dominancia al derecho). Esto es más difícil que se produzca a partir de los 7 años e imposible en la edad adulta.
La estimulación sensorial es la base de la neuro-rehabilitación y gracias a esta se puede conseguir intensificar y extender la neuroplasticidad, para que se puedan recuperar el mayor número de capacidades perdidas tras una lesión cerebral. Esta estimulación va a favorecer la aparición de nuevas sinápsis y redes neuronales que tratarán de recuperar, al menos en parte la funcionalidad pérdida. Se ha observado que el movimiento repetitivo de una extremidad va a generar nuevas redes neuronales que tratarían de suplir la funcionalidad perdida.
El llevar una vida sana también favorece la neuroplasticidad. Se ha observado que pacientes con hipertensión arterial y diabetes, en muchas ocasiones tienen lesiones silentes en el cerebro (lesiones que no han producido síntomas producidas por pequeños infartos), estas producen una disminución del volumen cerebral y que cuando se produzca una lesión de mayor tamaño, ya con repercusión clínica, la capacidad de neuroplasticidad esté muy disminuida al haber menor “reserva neuronal”.
Si la cantidad de tejido lesionado es muy extensa, la capacidad de neuroplasticidad se va a ver muy disminuida y, en ocasiones va a ser imposible.
¿SE PUEDE MEJORAR LA NEUROPLASTICIDAD?
- Hay fármacos que pueden aumentarla, Los derivados anfetamínicos como el alfametilfenidato, han mejorado la capacidad de recuperación en determinados pacientes.
- Las técnicas de “bio-feedback” o de retrolaimentación, también han mejorado estas capacidades de neuroplasticidad, Estas técnicas consisten en entrenamientos específicos de determinados movimientos intentando aumentar la contracción muscular que se observa en un electromiógrafo,
- En un futuro se podrán realizar transplantes de células nerviosas embrionarias a las zonas cerebrales lesionadas para favorecer la regeneración del tejido nervioso.
- También se está investigando la posibilidad de introducir genes en las neuronas sanas de un cerebro dañado, para que estas puedan aumentar la neuroplasticidad mediante la formación de sustancias que favorezcan la formación de las sinapsis o la producción de neurotransmisores (sustancias que comunican la señal de una neurona a otra).
En los próximos años podremos mejorar la capacidad de neuro-regeneración y la plasticidad neuronal, lo que va a proporcionar un pronóstico más positivo en la recuperación de las capacidades perdidas por lesiones cerebrales o medulares
Dr. Antonio Yusta Izquierdo
Neurólogo. Unidad de daño Cerebral
Instituto de Enfermedades Neurológicas de Castilla la Mancha
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Descubren las bases de una nueva señalización en la sinapsis neuronal