Es una terapia fundamentada en la evidencia científica y una de las que más se aplica en la actualidad para el tratamiento de la extremidad superior afectada en pediatría, destinada a  personas con afectación unilateral, como bien pueden ser la hemiparesia infantil o la parálisis braquial obstétrica.

¿En qué consiste? ¿Cómo se emplea? ¿Cuándo se indica? ¿A qué edad se debe comenzar? ¿Cuáles son sus beneficios? ¿Los resultados se mantienen en el tiempo? Son muchas las preguntas que tanto padres como profesionales se cuestionan cuando tienen que realizar terapia restrictiva a un niño con des-uso de una extremidad superior. Así pues, vamos a intentar dar respuesta a todas ellas.

actividades terapia restrictivaLa terapia restrictiva, conocida como terapia de movimiento inducido por restricción consiste en la limitación de la extremidad superior sana a través de diversas contenciones, utilizando una restricción total si empleamos un cabestrillo, una camiseta con la manga cosida; o parcial si dejamos libre el movimiento del brazo sano y la restricción es hasta la muñeca empleando un film transparente o un guante que impida la manipulación de esta mano.La limitación del brazo sano va a fomentar el uso obligado del brazo afectado, sin la referencia de la otra extremidad, lo que le va a permitir al niño que pueda interactuar con el medio que le rodea, experimentar con su brazo en des-uso hasta el momento mediante la repetición de tareas unimanuales, equivocarse y lograr estrategias de movimiento que le sean funcionales para adquirir el objetivo. Encontrará su movimiento ajustado, económico, FUNCIONAL, que no es lo mismo que movimiento normal.

Debe quedar claro que el objetivo de la terapia restrictiva no es ganar calidad de movimiento o normalización del mismo, sino permitir que el niño conozca su brazo afectado, que se dé cuenta de que puede introducirlo dentro de las actividades diarias y por tanto, se pueda incrementar su uso espontáneo y su mayor integración, lo que de manera indirecta favorecerá la calidad del movimiento.

Se indicada en aquellos casos en los que los niños tienen un des-uso total o parcial de su extremidad afectada, sin introducirla en las actividades bimanuales, con el objetivo de incrementar su reconocimiento y posterior uso en el día a día. Se puede comenzar en edades tempranas, incluso antes de los 6 meses, lo que habrá que modificar dependiendo de la edad será la dosis de tratamiento en el protocolo elegido.

niño comiendo con terapia restrictivaExisten diversidad de maneras (protocolos) de terapia restrictiva en pediatría, sin definirse uno estandarizado, aunque cabe destacar uno de 8 semanas de duración, que es de los que más se emplea por su adaptabilidad en pediatría. La intervención se realiza durante un periodo de 2 horas al día (no necesariamente consecutivas) de lunes a viernes, haciendo un total de 80 horas. Durante las horas de terapia se deberá llevar la restricción elegida y aceptada por el niño para estimular el uso espontáneo del brazo afectado a través de tareas unimanuales que deberán realizar en el hogar con los padres, a los cuáles se les forma previamente para que sepan realizar las actividades y entiendan el fundamento de la terapia.

El tomar como medio de ejecución el entorno habitual del niño es para permitir que experimente con lo que es habitual para él y busque estrategias útiles para resolver las tareas, permitiendo de esta manera que pueda generalizarse el aprendizaje en situaciones cotidianas.

La elección de las tareas es la parte más importante de la terapia. Deben programarse según las limitaciones funcionales que tiene el niño, sus necesidades y las de la familia para conseguir el éxito. Serán actividades motivadoras, lúdicas, fáciles de realizar…evitando la frustración. Serán establecidas por el terapeuta, la familia, incluso por el propio niño.

Las ganancias obtenidas tras la intervención se reflejan en un mayor uso espontáneo, mejora de la coordinación óculo-manual, mayor participación como mano asistente en las actividades bimanuales. Estos beneficios suelen mantenerse  aproximadamente unos 6 meses, gracias a la repetición de las tareas y a la elevada dosis de la terapia restrictiva, lo que proporciona cambios cerebrales en el niño dando lugar a una mayor representación cortical de su extremidad afectada y superación del des-uso. Podrá ser repetida al año para seguir incrementando la funcionalidad.

**Os adjunto el enlace sobre el II encuentro de familias y jornadas técnicas de hemiparesia infantil organizadas por Hemiweb que tendrá lugar el 11 y 12 de Junio por si queréis conocer el programa (más adelante saldrá el programa detallado de las jornadas)y las actividades organizadas para familias y niños

Imágenes cedidas por la autora

Rocío Palomo Carrión.

Fisioterapeuta en pediatría en el CDIAT-APANDID. Toledo.

Terapeuta certificada en la escala AHA nº 1343. Profesora asociada USP-CEU (Madrid).

Twitter de Rocio Palomo Carrión