La gran mayoría de personas que tenemos espasticidad solemos tener problemas de psicomotricidad.

Foto Claudia Tecglen¿Qué es la psicomotricidad?

Existen diferentes definiciones, nosotros nos vamos a quedar con la   Laia Delriu, psicóloga infantil, según este especialista, la psicomotricidad: «la capacidad que tenemos los seres humanos para generar un movimiento para nosotros mismos».

Se debe tener en cuenta que cualquier movimiento por sencillo que sea implica el correcto funcionamiento y la sincronización de varios sistemas, entre ellos: el sistema visual, el sistema motor, y por supuesto se requiere que el cerebro sea capaz de dar la orden correcta. Todo esto al mismo tiempo. ¿Qué complicado verdad? A nadie se le que cuando se tiene una discapacidad el correcto funcionamiento de estos sistemas de manera sincronizada es casi imposible. Sin embargo, esto no quiere decir que con la práctica no se pueda mejorar. Para ello, es importante ponerse manos de buenos especialistas. Ellos pueden guiarnos para desarrollar nuestras fortalezas, porque con práctica constante, en la mayoría de las ocasiones se puede mejorar, en mayor o menor grado.

Tal y como se señala en la web del Hospital Sant Joan de Deu “Potenciar y trabajar la psicomotricidad en la pequeña infancia (especialmente de 0 a 3 años) es clave para el desarrollo motriz, cognitivo, comunicativo y afectivo de los niños”-.

Hace unas semanas tuve la oportunidad de asistir a una Jornada formativa de efisiopediatric, donde varios especialistas en fisioterapia pediátrica insistían en la importancia de aprovechar las oportunidades del entorno natural, es decir, los lugares donde se desarrolla nuestra rutina diaria. La verdad es que la rehabilitación la fisioterapia no es algo que se realiza por gusto. A medida que maduramos nos damos cuenta de su importancia. Pero eso no significa que saltemos de alegría cada vez que tenemos que realizarla.

 ¿Cómo podemos cambiar esta situación?

Buscar actividades que nos motiven y que nos ayuden a cumplir los objetivos terapéuticos al mismo tiempo. La motivación es el principio de cualquier logro.

Pero, regresando a nuestro tema ¿Cuántos tipos de psicomotricidad existen?

  1. Psicomotricidad fina:

Aquella que implica el control motor y la precisión manual. Esta psicomotricidad se ve claramente influida por la visión que posean nuestros hijos y la interacción ojo-mano. Es muy importante para las actividades de la vida diaria, como vestirse, cepillarse los dientes, comer, abrocharse los botones etc.

  1. Psicomotricidad gruesa:

Aquella que implica el control total del cuerpo para poder realizar diversos movimientos y/ o actividades.

niño jugandoActividades para trabajar la psicomotricidad fina:

  • Jugar con plastilina, arcilla, la arena, pintar con las manos o poner las “manos en la masa” cocinar cualquier receta que implique amasar o trabajar con las manos puede ser además de delicioso terapéutico.
  • Realizar actividades o jugar a juegos que nos obliguen a utilizar las manos y hacer la pinza.
  • Realizar cualquier manualidad: Cortar (elegir unas tijeras que nos ofrezcan la mayor seguridad), crear pulseras de bolas o incluso de hilos, o los telares son varios y buenos ejemplos.

Actividades para trabajar la psicomotricidad gruesa:

  • Caminar, saltar, correr, subir escaleras, sortear obstáculos, nadar. En este aspecto las actividades que ofrecen algunos parques infantiles pueden ser de una gran utilidad. ¡Lo mejor, es que el niño trabaje la psicomotricidad sin darse cuenta! Recordad la fórmula mágica TERAPIA MÁS JUEGO = A MEJORES RESULTADOS.

 

Fuentes Consultadas:
Cómo trabajar la psicomotricidad infantil
La psicomotricidad como filosofía a incorporar dentro de la fisioterapia pediátrica

Claudia Tecglen
Presidenta de Convives con Espasticidad y Psicóloga
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www.claudiatecglen.com