Por su interés reproducimos la Entrevista a Victoria Marrero, candidata a Rectora de la UNED, le agradecemos mucho el tiempo que ha dedicado a  las respuestas, lamenteblemente su agenda no le permitía reunirse con nosotros por lo que no podemos ofreceros una apreciación personal. Esperamos coincidir con ella en algún momento. Y le agradecemos como al resto de candidatos que apueste por la inclusión. ¡Suerte candidata!

ENTREVISTA

¿Podrías presentarte brevemente a los lectores?

FOTO MARREROSoy profesora del departamento de Lengua Española y Lingüística General de la UNED. A lo largo de mi carrera académica he trabajado muchos años en el ámbito de los trastornos de la audición y el lenguaje, tanto en docencia (Máster en Logopedia de la UCM y la UNED; Máster en Audiología de la USAL, etc.) como en investigación.

Hace un año me presenté a rectora de la UNED porque me parecía que nuestra universidad necesitaba actualizarse si queríamos  seguir manteniendo el lugar destacado que ha ocupado entre las universidades públicas españolas. Somos la universidad con el mayor número de estudiantes, con programas sociales importantísimos (como el que atiende a estudiantes con diversidad funcional o nuestro programa en centros penitenciarios). Sentía que, entre los recortes del gobierno y la inacción del equipo rectoral, el gran servicio que ha prestado la UNED en sus más de cuarenta años de existencia se estaba resintiendo. El profesorado y los administrativos trabajamos cada vez más y sin embargo nuestros estudiantes no reciben los servicios que hoy, en una sociedad plural y tecnológicamente avanzada, es posible ofrecerles. Lo cierto es que obtuve un respaldo importante, conseguimos pasar a la segunda vuelta y en ella lograr el 48% de votos ponderados, 8.208 votos directos de un total de unos 11.700, con un 77% de apoyo entre los estudiantes.

Ahora, a poco más de un año del anterior proceso electoral, nos vemos abocados a otro, debido al inesperado abandono del rector, para volver a un cargo en la administración.

Nuestra propuesta parte de un diagnóstico detallado de la situación por la que atraviesa la UNED, realizado por personas pertenecientes a todos los sectores de la universidad, con una gran experiencia de gestión y conocimiento del sistema universitario. Plantea un conjunto de medidas para reorientar nuestro modelo y conseguir con ello destacar entre las universidades de nuestro entorno y fortalecer nuestro liderazgo entre las que ofrecen educación no presencial.

 

¿Cuáles crees que son los principales motivos por los que la comunidad universitaria en general, y  las personas  con discapacidad  en particular  deben votarte?

Logotipo UNEDLa UNED tiene entre sus señas de identidad la atención a universitarios con discapacidad, y desde hace décadas se ha destacado por atender a una proporción importante del total de universitarios españoles en esta situación. Tenemos una unidad especializada (UNIDIS) con gran experiencia en la atención a sus necesidades, y esto se une al conjunto de fortalezas de nuestra universidad (la plantilla propia de profesorado y personal de administración, la red de centros asociados, los profesores tutores, etc.). Sin embargo,  necesitamos una mejor orientación estratégica para sacar todo el partido a estos recursos. Es imprescindible actualizar nuestro modelo metodológico para el mundo digital (la innovación en tecnologías debe ser una constante, pero también la de metodologías de aprendizaje), simplificando los procesos a los que se enfrentan las estudiantes y los estudiantes cuando llegan a la UNED, para que su incorporación a un modelo a distancia sea más fácil. En definitiva, creemos que es necesario actualizar los medios para seguir consiguiendo los fines que animaron nuestra creación: somos una universidad con un alcance único, y en este momento necesitamos potenciar nuestro compromiso con la mejora de la sociedad. Y actualizar nuestro compromiso con la sociedad implica mejorar la atención que ofrecemos a nuestros estudiantes y personal con discapacidad.

Con retraso, hace dos años, la UNED empezó a atender la normativa de reserva de plazas de plantilla para personas con discapacidad, y solo en el sector de PDI (personal docente e investigador); con mi voto (y el de una gran mayoría de sus miembros) el Consejo de Gobierno aprobó esta medida. Como no puede ser de otro modo, porque no se trata de una medida “de gracia”, sino del cumplimiento de la ley, velaré por su aplicación en este y otros colectivos.

Pero más allá de la defensa de los derechos reconocidos del colectivo, las razones por las que, si gano las elecciones, ganará la UNED, es porque mantendremos un rumbo claro, centrado en ofrecer un servicio de calidad y cercano a nuestro alumnado, aprovechando todos nuestros recursos y, sobre todo, el gran equipo humano que constituye la UNED, incluidos sus estudiantes. Ofreceremos los servicios que actualmente la sociedad nos demanda, sacando todo el provecho a las metodologías más actuales, utilizando nuevos canales para acceder a los estudiantes, con nuevos procedimientos para desarrollar sus habilidades. Queremos generar alternativas actualizadas y abiertas, con recursos y materiales de calidad, que permitan a estudiantes de todo el mundo integrarse en una vida universitaria activa, al mismo tiempo que fortalecemos la investigación y el pensamiento crítico que puede y debe  ser el distintivo de una universidad a distancia en el siglo XXI.

 

En tu opinión, ¿Cuáles son las principales diferencias de tu candidatura, respecto a las otrasa candidaturas para garantizar una educación inclusiva real y efectiva?

Por razones personales, familiares, tengo una conciencia muy clara de la necesidad de garantizar una educación inclusiva; conozco (y reconozco, con agradecimiento) las medidas que ofrece  sistema educativo en los niveles de educación primaria y secundaria, la flexibilidad que ofrece a los estudiantes con necesidades educativas especiales; también sé que en el nivel de enseñanza superior tenemos aún bastante margen de mejora.

En consecuencia, he trabajado en implantar medidas para ampliar los servicios que facilitan una educación inclusiva. Durante los años en que dirigí el Centro Universitario de Idiomas Digital y a Distancia de la UNED (CUID) conseguimos implantar los dos primeros niveles (A1 y A2) de Lengua de Signos Española, en colaboración con la Fundación CNSE; en el momento en que me presenté como candidata al rectorado, el año pasado, había conseguido formar un grupo de trabajo en la Asociación de Centros de Lenguas de Enseñanza Superior (ACLES) para implementar estos niveles en otras universidades españolas (tengo entendido que esta línea no ha tenido continuidad tras mi cese).

Durante esa etapa, además, trabajé muy estrechamente con el personal de UNIDIS (incluso realizamos un estudio firmado conjuntamente) sobre la atención a estudiantes de idiomas con discapacidad (aprender segundas lenguas es un reto especialmente difícil para personas con deficiencia auditiva, por ejemplo); esa experiencia me permitió comprobar que la mayoría de los esfuerzos en la UNED se centran en la última etapa del proceso formativo, la de la evaluación (la adaptación de exámenes), pero tenemos mucho menos protocolizada la atención en fases previas, incluso más importantes para lograr realmente la educación inclusiva: la accesibilidad de los materiales y del entorno de aprendizaje (un compromiso en mi programa es que la accesibilidad completa sea una opción “por defecto” en la UNED), la de las actividades programadas en las asignaturas (por ejemplo, en las pruebas de evaluación continua), etc. E incluso, en fases previas a la matrícula, como la información que se ofrece a los estudiantes con discapacidad sensorial.

Por lo que respecta al mundo físico, también nos comprometemos a revisar la supresión de barreras arquitectónicas tanto en todos los edificios de la UNED, tanto en la sede central como en los centros asociados. En este sentido, ayer mismo estuvimos de visita en el Centro Asociado de Sevilla, y pude comprobar un ejemplo de buenas prácticas que propondremos generalizar a todos nuestros centros: contar con una rampa plegable que permita acceder a los estrados de las aulas, porque afortunadamente, no solo debemos pensar en las necesidades de los actuales estudiantes con discapacidad, sino también en que algunos de ellos se acabarán convirtiendo, si les prestamos el apoyo suficiente, en profesores e investigadores, que expondrán sus trabajos en los congresos científicos que se celebren en nuestras instalaciones. Con esa esperanza y compromiso me presento para ser rectora de la UNED.