Hoy, 8 de Marzo Día Internacional de la Mujer, queremos alzar la voz en nombre de uno de los colectivos más invisibles y por ello vulnerables, las mujeres con discapacidad.

Las estadísticas hablan por sí solas,la brecha salarial es llamativa, según datos publicados por el estudio Odismet 2018, las mujeres cobran un salario un 14% inferior al que reciben los hombres con discapacidad. .En la población general está brecha es del 25%. Ahora bien, por todos es conocido que las personas con discapacidad suelen tener condiciones laborales más precarias de la población en general. Cerca del 65% de las mujeres con discapacidad no están en el mercado laboral, según los últimos datos del INE.

Hemos empezado este artículo abordando el tema laboral ya que es el primer paso para lograr la autonomía personal, entendiendo esta como la capacidad para gestionar la propia vida. Sin embargo, las diferencias son claras en todos los ámbitos. Además, se debe señalar que los efectos de la discriminación según la Teoria de la Interseccionalidad, éstos no son sumatorios, sino relacionales, por lo que se debe tener en cuenta los efectos interactivos producidos en la intersección de ambas realidades. ¿Qué quiere decir esto? No sólo las mujeres con discapacidad sufren más tipos de discriminación sino que su conjunción hace que «salir del bucle» sea más dificil.

Hay una de las realidades especialnmente dura y es el de las mujeres maltratadas. Muchas mujeres maltratadas terminan teniendo discapacidad por la violencia de género,no hay cifras oficiales. Por otro lado, muchas mujeres con discapacidad son víctimas de violencia de género, se calcula que 1 de cada 3 mujeres con discapacidad es victima o va ser víctima de género. Ellas,lo tienen mucho más difícil. ¿Por qué? En muchas ocasiones, dependen económicamente, físicamente, y emocionalmente de sus maltratadores que frecuentemente son también sus cuidadores. Unos datos escalofriantes, unas situaciones descorazonadodoras.

¿Qué podemos hacer nosotros?

La sociedad, igual que en el resto de discriminaciones, no mirar hacia otro lado.
Los profesionales: debemos empoderar a las personas especialmente, aquellas que son más vulnerables. Para ello, se debe ofrecer formación para reconocer el maltrato cuando se sufre, fortalecer la autoestima.
Las administraciones: crear mecanismos y protocolos eficaces y eficientes que ofrezcan una salida segura a todas las mujeres, tengan o no discapacidad.
Las mujeres con discapacidad que sufran cualquier tipo de discapacidad: atreverse a denunciar, pedir ayuda y concienciarse de que no tienen la culpa.

Para acabar este artículo:
Un deseo: la igualdad de oportunidades para todas las personas independientemente de su situación vital, género, capacidades y discapacidades.
Un agradecimiento: Gracias a todas las mujeres que han hecho posible la conquista y el cumplimiento de derechos.
Un recordatorio: las mujeres cuidadoras hoy no pueden ejercer su derecho a huelga. Todos los días realizan una inmensa labor.

Queda mucho por hacer, pero entre todos seguimos avanzando. ¡La unión hace la fuerza! ¡Contamos contigo, no mires hacía otro lado!
Grupo de diferentes personas con una mujer en silla de ruedas al frente

Enlaces de interés:
Fundación Cermi Mujeres.
Programa Informe semanal.
Guía practica de la autoestima.

Claudia Tecglen
Presidenta de Convives con Espasticidad y Psicóloga
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www.claudiatecglen.com