Las personas con discapacidad física que no tenemos discapacidad cognitiva. Nos enfrentamos a un desfase entre la capacidad de nuestro cuerpo y nuestra mente. Esto muchas veces nos puede llevar a una espiral de sufrimiento.
¿Cómo podemos acabar con ello? ACABAR es una palabra ABSOLUTA. Hace tiempo aprendí que en la vida no existe ni el TODO NI el NADA.
Pero, quizás, estas pautas nos puedan ayudar a encontrar un “equilibrio” y avanzar en nuestro bienestar.
Autoconocimiento. Ser conscientes de nuestras FORTALEZAS y limitaciones. Poner el foco en desarrollar las primeras y aceptar las segundas.
Relentizar las revoluciones mentales. Uno de nuestros handicaps es que al movernos menos que los demás, es más fácil que le demos «vueltas al coco». La mente humana tiene una tendencia al pesimismo, tenemos cuatro emociones negativas, dos positivas y una neutral. Ser optimista y positivo requiere esfuerzo y trabajo- Pero si algo nos enseña la discapacidad es a ser constantes ¿verdad?
Buscar actividades que sí podamos hacer. Individuales: Leer, escribir, escuchar música y sobre todo grupales. El deporte adaptado, aprender una nueva habilidad o idioma en grupos reducidos, o simplemente salir de cañas son opciones entre otras.
Voluntariado. Sentir que podemos ayudar a los otros, aumenta nuestro sentido de autoeficacia, es decir la sensación de sentir que somos capaces de superar los obstáculos y lograr nuestras metas, nuestra autoestima y nos puede ser útil para encontrar nuestro propósito vital.
Cambiar de ambiente. La rutina es agotadora el simple hecho de cambiar de ambiente es una GRAN IDEA. Además, el hecho de tener una discapacidad física por grande que sea no tiene porque ser un impedimento. Ya no sólo podemos disfrutar de unas vacaciones gracias a los programas que ofrecen diversas asociaciones, sino que ahora hay agencias de viaje especializadas en organizar viajes a medida para personas con diversidad funcional o discapacidad (hablaremos de ellas en otro artículo).
Saber pedir y aceptar ayuda. En una sociedad competitiva donde se fomenta la autosuficiencia o al menos aparentarla, todos somos interdependientes. Pedir o aceptar ayuda se convierte en un mundo por nuestras propias barreras mentales. Pero invito a una reflexión: Si a nosotros nos gusta ayudar a los demás, ¿No creéis que esto es una tendencia general? ¡¡Destruyamos nuestras barreras mentales!!
DESCANSAR. Esto va en mayúsculas porque es la base de todo. El enemigo número 1 de nuestra salud y bienestar es el insomnio. No es la primera vez que os recomendamos el libro de Darío Fernández.
Enlace al Libro:
TRATAMIENTO INTEGRAL DEL INSOMNIO EN CUATRO SEMANAS
Creedme cuando os digo que este artículo lo escribo con conocimiento de causa por experiencia y no sólo por mis conocimientos como psicóloga.
Claudia Tecglen
Presidenta de Convives con Espasticidad y Psicóloga
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