Foto de una mujer en un campo de floresParece paradójico que esta época tan llena de vida y vitalidad, en la que las plantas florecen y crecen pueda agotar a muchas personas. Es la astenia primaveral. Una sensación subjetiva de cansancio, debilidad, falta de apetito y con síntomas cognitivos como dificultad para mantener la concentración y la atención. En el área de estado de ánimo estas personas cuentan que en esta época sienten un desánimo, una tristeza y una desgana hasta para las actividades más sencillas de la vida diaria. Las dificultades para conciliar el sueño es otra alteración que complica la astenia primaveral.

¿Por qué se produce? Las dos horas más de luz diarias, los aumentos de la temperatura, humedad y los cambios de presión atmosférica de esta época, alteran el control del ritmo circadiano. Precisamente la luz controla y marca el ritmo de secreción de la hormona del sueño la melatonina. Esas horas más de luz son las que no solo provocan el insomnio si no que también alteran la secreción de otras hormonas como el cortisol, el responsable de la irritabilidad y el estrés. Las bruscas elevaciones de temperatura, cuando aún no hemos guardado en el armario la ropa del invierno, producen más sudoración con la consiguiente pérdida de sodio y potasio que incremental la sensación de cansancio.
En definitiva la astenia primaveral es una reacción adaptativa del organismo a los cambios meteorológicos, que además se puede repetir en otros cambios estacionales. Siempre que cambia la temperatura y sobretodo la luminosidad. Definitivamente somos meteorosensibles, o mejor aún fotosensibles. Es una sensación molesta, agotadora pero no es una enfermedad que además es leve y pasajera, por lo tanto no necesita tratamiento médico. Un par de semanas, como mucho, en la mayoría bastan unos días para que el organismo se adapte a los cambio.
Por lo tanto, para el insomnio no hay que tratarlo con medicación. Y por supuesto, contraindicado tomar bebidas energéticas o estimulantes para combatir el cansancio o levantar el ánimo. Ni siquiera es preciso gastarse innecesariamente el dinero en complejos vitamínicos.

¿Cómo afrontar la astenia primaveral? En primer lugar, darle su justa importancia, es algo leve y pasajero. Mantenerse activo. Llevar una dieta equilibrada, con suficiente hidratación y rica en vitaminas. Con frutas y verduras obtenemos el aporte necesario. Los alimentos ricos en triptófano que facilitan la formación de melatonina: el pescado azul, el queso fresco, los frutos secos como las nueces, almendras y pistachos. El plátano será un buen aliado. Aporta además de energía, potasio, fibra minerales y sobre todo triptófano que actua como antidepresivo, Y bendito sea el aguacate, sus bondades de siempre conocidas, se hace imprescindible en esa época porque aporta ácidos grasos esenciales y por su gran poder antioxidante debido a su elevado contenido en vitamina E. Y por supuesto los cítricos, ricos en vitamina C: naranja, limón y con tres veces más el pimiento verde. El ginseng y la jalea real resultan muy recomendables por ser energizantes, tonificantes y euforizantes y lo más interesante, sin efectos secundarios. Otro aliado, el polen. Buenísimo, lo fabrican las abejas. Estimula el sistema inmunológico y aporta nutrientes que incrementan la resistencia al cansancio. ¿Y el chocolate? Es bueno, siempre en pequeñas dosis, un par de onzas, para estimular las endorfinas, especialmente la feniletilamina que estimula la euforia y el buen humor. Además tiene mucho magnesio. El mejor momento para saborearlo no es la noche, sino el desayuno o las tardes, antes de las cinco. Más tarde pude producir insomnio

¿Afecta a muchas personas? Al diez por ciento de la población, especialmente a las del sexo femenino.

¿Cuándo acudir al médico? Cuando dura más de dos semanas o viene acompañada de otros síntomas que puedan hacer sospechar que sea “otra cosa”. Cuidado y no confundirla con una depresión. En este caso, los síntomas son más intensos, duraderos y con la imposibilidad de no disfrutar con nada. La anemia, en este caso hay pérdida de sangre, analítica alterada, bajo hierro, baja hemoglobina. Un proceso infeccioso crónico con adenopatías y fiebre.

Dr. Darío Fernández Delgado
Médico de familia, psicólogo clínico y logopeda
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