En otros artículos, en nuestra guía de autoestima y en la Escuela Convives: La 1ª escuela online de afrontamiento activo de la discapacidad tratamos este tema a fondo. Sin embargo, queremos dar respuesta a esta pregunta mediante nuestro blog y nuestra newsletter, que publicamos gracias al patrocinio de Merz Pharma España, y que ya cuenta con más de 34.000 suscriptores, porque es una de las dudas más frecuentes y que mayor malestar produce.
En primer lugar, ¿Qué es la sobreprotección?
Antes de adentrarnos en la sobreprotección decir que nadie es 100% sobreprotector o 100% autoritario. La sobreprotección es uno de los errores más comunes en la crianza y educación de los hijos, tengan o no discapacidad. Esta conducta parental impide que vayan asumiendo responsabilidades y se vaya minando su autoconcepto, su autoestima, y su autoeficacia. Los niños criados bajo este estilo de crianza se convierten en adultos inseguros y dependientes, suelen desarrollar un complejo de inferioridad y muchas veces una personalidad infantil. Los padres sobreprotectores dan mucho cariño, pero no ponen nada de límites. Los límites son necesarios para cualquier persona mediante la puesta de límites se logra, entre otras cuestiones:
- Interiorizar de las normas.
- Tolerar la frustración.
- Incrementar la responsabilidad.
- Aprender de los errores.
- Aumentar la autoestima.
¿Por qué sobreprotegen los padres?
A esta respuesta no hay una única respuesta, entre otros motivos suelen ser comunes:
- Tener unos padres sobreprotectores.
- Evitar cualquier sufrimiento a los hijos, algo imposible por otra parte.
- Algunas veces, de forma inconsciente no se dan cuenta que mediante esta vía adquieren cierta seguridad y tranquilidad evitándose preocupaciones al impedir que los hijos asuman responsabilidades y con ello corran riesgos y peligros.
- En el caso concreto de la discapacidad muchas veces la sobreprotección aparece o se ve incrementada como un deseo de compensación “por lo que le ha tocado vivir al hijo/a”. También puede ser una conducta fruto de un sentimiento latente de culpa.
¿Cómo saber si estamos sobreprotegiendo a nuestros hijos o familiares con discapacidad?
Invito a los lectores a que reflexionen y respondan sinceramente a las siguientes preguntas:
- ¿Les permito que realicen lo que pueda por si mismos? Si la respuesta es no, ¿Cuáles son los motivos?
- ¿Permito que tomen sus propias decisiones acorde a su edad?
- ¿Les pongo normas?
- ¿Cuándo se saltan una norma les impongo el castigo, previamente avisado? Es esencial que los niños conozcan de antemano las consecuencias de sus actos y se les avise con antelación, sin infringen la norma hay que aplicar la “sanción”
- ¿Les asigno tareas según sus posibilidades?
- ¿Les permito aprender de sus errores?
Antes de continuar una aclaración, estamos abordando la sobreprotección durante la crianza (infancia y adolescencia), pero cuando a una persona adulta le sobreviene una discapacidad en una inmensa mayoría de casos existe también una sobreprotección e incluso o un trato infantiloide de la persona, por lo que gran parte de las cuestiones mencionadas con anterioridad se pueden aplicar a la persona adulta con discapacidad, independientemente de quien la sobreproteja (padres, pareja, etc).
¿Qué consecuencias conlleva la sobreprotección?
Aparte de las mencionadas al principio de este artículo, favorece el desarrollo de personalidades tiranas, lo cual dificulta las relaciones sociales entre iguales, al final la conducta es un hábito que se termina extrapolando de forma inconsciente y automática de la familiar a la social, lo que facilita el aislamiento y la baja participación social.
No obstante, la consecuencia más grave de todas es la infelicidad. Recordemos que una vida fácil, no es sinónimo de una vida feliz. Gran parte de la felicidad reside en sentirnos útiles y capaces de superar las dificultades que se nos van presentando en la vida.
Ser padre posiblemente sea la tarea más difícil y gratificante del mundo, por eso nos debemos permitir cometer errores y no culpabilizarnos. Pero es de sabios rectificar… Todo comienza por un primer paso… ¿Intentamos dejar la sobreprotección a un lado?
Para más información:
Guía práctica de la autoestima
Claudia Tecglen
Presidenta de Convives con Espasticidad y Psicóloga
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www.claudiatecglen.com