La muerte de un ser querido siempre es muy dolorosa pero si nos sucede de una manera repentina e inesperada lo es aún más y puede llegar a complicar el duelo, a dejarlo enquistado y no resuelto de una manera crónica.
En estos momentos de plena epidemia por Coronavirus muchas personas por desgracia están enfrentándose a la muerte de un familiar en estas circunstancias para la que no estaban ni mentalizados ni preparados.
Esto supone un duelo de unas condiciones especiales que lo hacen más doloroso y difícil de elaborar. La imposibilidad de poder llevar a cabo todo el ritual del funeral, el no haber tenido ni la posibilidad de despedirse, el no poder velarle ni acudir al entierro. Y que éste se celebre según la legislación de un estado de alarma: la incineración obligatoria que puede estar en contradicción del deseo manifestado de ser inhumado. Especialmente difícil y doloroso el no poder estar presente en los últimos momentos y decirse lo que no se había dicho nunca y perdonarse y oírse un mutuo “te quiero y yo a ti también”.
Desde nuestra Escuela de Afrontamiento queremos dar cinco estrategias para ayudar a sobrellevar este dolor.
ACEPTA tus sensaciones y emociones. Puede que te bloqueen y te sumen en un estado de incredibilidad y que de ahí pasen a la rabia, a la frustración, que vayan y vengan, como en oleadas. ¡Todas son normales! Si te sientes culpable, estás equivocado.
DESAHÓGATE, expresa y cuenta cómo te sientes a tus amigos y familia. ¡Vacíate de de dolor! No te hagas el duro. Permítete desbordarte y llorar. Las lágrimas son angustia líquida que expulsamos fuera de nuestro corazón.
DESPÍDETE de tu ser querido a tu manera. Puedes escribirle una carta donde le puedes decir todo lo que no has podido o no te has atrevido en toda tu vida, pero que lo tenías dentro. Cierra los “asuntos pendientes”. Cuéntale todo lo bueno que te transmitió y queda en ti para siempre. Eso sí, es imprescindible que una vez leída no la vuelvas a leer. Has de quemar la carta, que tus palabras asciendan y se vayan con el humo y se encuentre con él.
DATE UN TIEMPO para asimilarlo. No hay fecha fija para asimilar una muerte. Cada persona necesita el suyo. Ninguno es mucho ni poco. No te marques una fecha. Aquí no cabe el debería ya haberlo superado que te lleva a la culpabilidad y a pensar que eres débil. No tienes por qué estar mejor cada día. Es más, al principio es normal estar pero cada día.
PÉSAME. Nuestra quinta palabra va para los amigos y familiares. Recibir el pésame es muy importante y beneficioso para superar el duelo, pero si no empleamos las palabras adecuadas puede hacerlo más doloroso.
- Anímate.
- Podría haber sido peor.
- Sé cómo te sientes.
- Tienes que ser fuerte.Tú puedes
- Venga, no llores.
- Venga, no te vengas abajo.
- El tiempo lo arregla todo.
- Ahora tienes que ser tú quien cuide de…
- Toca pasar página.
- Si necesitas algo, llama.
- Te acompaño en el sentimiento + abrazo sincero.
- Lo siento mucho + un abrazo o una caricia.
- Un abrazo + Ha ocurrido tan rápido que no sé qué decirte.
- Abrazo + Me hubiera gustado poder estar contigo.
- Me lo ha dicho X. me quedé de piedra. Lo siento mucho.
- Ofreciendo ayuda CONCRETA: Si quieres estos días te puedo…
- ¿Puedo ayudarte en algo en concreto?
Dr. Darío Fernández Delgado
Médico de familia, psicólogo clínico y logopeda
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