Foto de la autora del articulo, VanessaCierto es que a menudo resulta complicado abarcar un tema de forma profesional y objetiva cuando éste te toca en primera persona, puesto que confluyen sentimientos y conocimientos encontrados que pueden crear conflicto entre el análisis de la situación y la propia vivencia.

Es por ello que me hayo en la tesitura de querer hablar de la barrera comunicativa cuando se tiene una afasia, como la disartria, o se utiliza un sistema alternativo y aumentativo de comunicación y esto incrementa la ya por si desigualdad dada por la visible discapacidad fisica.

Confieso que, aunque a día de hoy, no he logrado un trabajo ordinario con contrato, me siento una privilegiada por estar rodeada de grandes profesionales y entidades como la Universidad Abierta de Cataluña, el Colegio de Psicología de Catalunya, un centro de formación adaptada o la asociación Convives con Espasticidad, entre otros… los cuales me han dado y me dan oportunidades de colaboración profesional. Pero debemos ser conscientes de la brecha que crea una comunicación “diferente”, cuando además se acompaña de una diversidad funcional plenamente visible. En esta circunstancia, la barrera ante la inclusión laboral se agudiza notablemente con independencia de la formación que tengas. Lo que aumenta la desigualdad en la inclusión laboral y social, incluso dentro del colectivo de personas con discapacidad.

Foto de una mujer que se tapa la boca con la mano

Al ser un tema muy complejo y controvertido, el cual incluye múltiples factores emocionales por parte de la persona que se comunica de forma diversa pero también por parte de la sociedad, la cual aún carece de información e interés hacia otra manera de comunicación, he optado por exponer algunos sentimientos, circunstancias y necesidades que podemos tener estas personas, a través de un conjunto de rimas con el objetivo de visibilizar las barreras con las qué nos encontramos:

 

El silencio de la voz
O la dificultad en la vocalización,
Puede enfatizar nuestra exclusión,
A veces ya marcada por la discapacidad física
Y las ayudas o adaptaciones que ésta implica.

Un silencio de la voz,
La mayoría de cariz aparente,
Tan sólo porque no saben entenderte,
Y no nos paramos a descubrir
Lo que se pretende decir.

Entonces, es cuando se produce el verdadero silencio en la voz,
El que invade de ansiedad, decepción y frustración,
Silencio forzado,
Por no ser escuchado,
Quizás por falta de información.

Pero en el silencio de esa voz,
Se esconde una lucha interna,
Derrumbando barreras externas,
Consiguiendo logros formativos y personales,
Sin dejar de perseguir los profesionales.

Aunque el silencio de la voz
O la dificultad de vocalización,
Hagan mella en las oportunidades laborales,
Y puede que también en las relaciones sociales,
Sólo por tener una diversidad en la comunicación.

Es ese silencio o diferencia en la voz,
La que no nos puede hacer callar,
Sino alzar nuestra opinión aún más,
Para que se paren a visibilizar nuestra capacidad,
Porque todos tenemos derecho a una oportunidad.

 

El rendirse no existe cuándo queremos demostrar que, si, somos uno más de esta sociedad.

Vanessa Fuentes
Psicóloga, integradora social, formadora y tecnopedagoga
Web PsicoVan: https://psicovan.es/