El desarrollo infantil es un proceso dinámico, sumamente complejo, que se sustenta en la evolución biológica, psicológica y social. Los primeros años de vida constituyen una etapa especialmente crítica, ya que en ella se van a configurar las habilidades perceptivas, motrices, cognitivas, lingüísticas, afectivas y sociales que posibilitarán una equilibrada interacción con el mundo circundante. Por ello, es ineludible empezar a intervenir en este momento crítico de la vida debido a la gran relevancia y trascendencia que va a suponer para su futuro desarrollo. Las personas con diversidad funcional se enfrentan a barreras sociales que limitan el comportamiento y, por tanto, el riesgo de ser socialmente aislados y limitados en oportunidades para participar en diversas actividades.
Una forma de mejorar su funcionamiento físico y psicosocial es ofrecerles oportunidades para promover su propia salud mediante el desarrollo y el mantenimiento de un estilo de vida saludable. Diversos estudios recomiendan la importancia de realizar ejercicio físico desde la infancia en niños con diversidad funcional. Un estudio para determinar la prevalencia de la obesidad en niños con parálisis cerebral y su relación con la edad, demostraba que en la última década se había producido un incremento del 7,7% al 16,5% en niños menores de 8 años, un aumento similar al observado en la población pediátrica general. Este hallazgo podría tener un gran impacto en la salud general y la capacidad funcional de estos niños al llegar a la vida adulta (Rogozinski et al. 2007). Por otro lado, diversos estudios demuestran una disminución de la densidad mineral ósea en personas con parálisis cerebral, llegando incluso a afectar a un 50% en la edad adulta, incrementando de esta manera el riesgo de sufrir una fractura en la vida adulta (Sheridan 2009, Merglre et al. 2009). Connie 2009, en una revisión sistemática para determinar los beneficios del ejercicio en jóvenes con discapacidad, concluye que el ejercicio físico regular puede ayudar en la prevención de problemas de salud tales como la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. Por ello, la realización de ejercicio tiene el objetivo de fomentar un estilo de vida saludable que no sólo proporcione beneficios desde un punto de vista físico, sino también en la autoestima, interacción social y desarrollo de habilidades. La participación en el deporte puede ayudar a mejorar aspectos tan importantes como la sensación de bienestar y la capacidad para realizar las actividades de la vida diaria. Las personas con discapacidad que realizan ejercicio, presentan niveles altos de estado de ánimo positivo, aumento de habilidades de movilidad en silla de ruedas, niveles más bajos de tensión y depresión, y una mejor percepción de la salud y el bienestar (Groff 2008).
La promoción del ejercicio y deporte adaptado en niños y jóvenes con diversidad funcional debe comenzar como cualquier actividad deportiva en la propia escuela, entorno a los 6 años. Para ello, es necesario que cada vez existan más profesionales formados en este tipo de actividades que permitan dar la oportunidad a cualquier niño o joven vivir las experiencias que la práctica deportiva les aporta. También juegan un papel muy importante los Fisioterapeutas y Médicos porque son una pieza clave para su derivación a clubes o asociaciones deportivas para iniciarse en el deporte adaptado. Este aspecto es especialmente relevante para hacer ver a los padres la importancia de que sus hijos hagan ejercicio y practiquen deporte. Existen en España entidades que pueden facilitar a las familias ponerles en contacto con actividades deportivas como las Federaciones de Deporte Adaptado.
Bibliografía consultada:
- Connie C. Johnson. The Benefits of Physical Activity for Youth with Developmental Disabilities: A Systematic Review. American Journal of Health Promotion. 2009, Vol. 23, No. 3, pp. 157-167.
- Groff DG, Lundberg NR, Zabriskie RB. Influence of adapted sport on quality of life: perceptions of athletes with cerebral palsy. Disabil Rehabil 2009;31(4):318-326.
- Mergler S, Evenhuis HM, Boot AM, De Man SA, Bindels-De Heus KG, Huijbers WA, Penning C. Epidemiology of low bone mineral density and fractures in children with severe cerebral palsy: a systematic review. Dev Med Child Neurol. 2009; 51(10):773-8.
- Rogozinski BM, Davids JR, Davis RB, Christopher LM, Anderson JP, Jameson GG, Blackhurst DW. Prevalence of obesity in ambulatory children with cerebral palsy. J Bone Joint Surg Am. 2007; 89(11):2421-6.
- Sheridan KJ. Osteoporosis in adults with cerebral palsy. Dev Med Child Neurol. 2009;51(4):38-51
Dr. Javier Martínez Gramage.
Fisioterapeuta. Director Aula Universitaria Delivering Better Lives UCHCEU. Universidad Cardenal Herrera-CEU, CEU Universities
Ana Sebastiá Mengod
Fisioterapeuta de AVAPACE (Asociación Valenciana de ayuda a la parálisis cerebral)